¡Hola! ¡Bienvenidos a mi blog!


Quiero que conozcáis mi parte más creativa. En este espacio os muestro las cosas que me gustan: dibujos, muñecos, tarjetas, fotografías..., y toda clase de objetos que se me ocurren y puedo hacer con las manos.


Gracias por dedicarme parte de vuestro tiempo.




3 de diciembre de 2014

Por correo


Hace ya un par de meses empecé a preparar mis envíos navideños.
Todo mi (escaso) tiempo libre lo dediqué a fabricar pequeños pascualines, de los que hoy traigo una muestra.


El primero tiene el cuerpecillo de tela, y un gorrito de lana que abulta más que él.



Para que no se pierda, le he hecho una cajita decorada y acogedora.








De su gorro sale una cuerdecilla para poder colgarlo.


El otro pascualín es enterito de lana, y también tiene su cajita para dormir.






Una brillante fila de abalorios cuelga de su gorro.







Mi mesa/cajonera favorita se ve estos días un poco más llena de lo normal.
Varios pascualines están a la espera de ser enviados.
Unos terminarán en el árbol, otros colgados del picaporte de una puerta, otros del tirador del armario... y algunos acompañarán a su dueño durante las navidades colgados del bolso o mochila.

Y tú, ¿dónde pondrías un pascualín?



8 de octubre de 2014

Cornelio.


Tengo mascota nueva.
Se llama Cornelio y es un monito.



Es juguetón y travieso.
Se cuelga del rabo boca abajo en cuanto me descuido, porque le encanta mirar el mundo del revés.




Otras veces juega a esconderse detrás de las plantas.
Yo hago como que no lo veo, y él puede estar escondido tiempo y tiempo, hasta que se cansa y se asoma: Hi-Hi.







Su comida favorita son los cocos, pero también le gustan los plátanos, los cacahuetes y los bocadillos de Nocilla.



Alguna vez se enfada conmigo y no quiere ni mirarme.



Pero lo normal es verlo contento y feliz.
Me hace compañía cuando leo, cuando veo la tele y hasta cuando cocino.
Y, de vez en cuando, hace una monería de las suyas y yo me parto de risa.

¡Ay, Cornelio, qué rico eres!


29 de septiembre de 2014

De pañuelo a bolsa.

En el mes de julio fui al Mercado de Motores por tercera vez.
Me gusta mucho, ya lo sabéis, así que volveré, volveré y volveré.

De aquella visita me traje a casa un pañuelo indio de uno de los puestos más coloridos y bonitos que allí había.
No tengo fotos, ni del puesto ni del pañuelo; tonta que fui.

Me encantaba mi pañuelo, pero, algún tiempo después pensé que le daría más uso si utilizaba la tela para hacer una bolsa:
















Un par de horas tardé en convertir el pañuelo en bolsa.

Ha sido mi bolso durante las vacaciones. Ahora la utilizo para transportar la labor que llevo conmigo a todas partes; siempre repleta de lanas y agujas...

Me gustan sus cuadros, sus colores, y su tela de algodón con textura de gasa.

Prometo publicar pronto un tutorial para enseñaros a fabricar una ¿os parece?


15 de septiembre de 2014

Partes de una casa.


Me gustaba por ese aire antiguo y pasado de moda. 
Porque los objetos cumplían su función y nadie los cambiaba por otros más modernos. Mejor así...

Hoy quiero enseñaros partes de una casa.


Dormitorio y cuarto de costura:











Lavadero:





Cocina:







Y también un cuarto de baño, un corredor con ropa tendida, varias paneras, una cuadra, un corral, una portalina, más habitaciones, un portal con un sillón y sillas... Y una puerta de entrada enorme para que cupiera por ella nuestra numerosa familia.

Habrá más veranos y navidades, pero ni en el hotel más lujoso del mundo seremos tan bien recibidos como lo éramos en LA CASA DE MI ABUELA.


8 de septiembre de 2014

Feliciana.


A ratitos, durante mis vacaciones, me ponía a tejer.
Y tejí y tejí a ....

¡Feliciana, la gnoma de lana!




Con sus dos largas trenzas marrones y unos coloretes rosas que le han salido de vivir en el campo.




Sentada en el sillón puede estar horas y horas...
Siempre en su mundo, soñando no sabemos qué...




Aunque a veces se cansa de estar quieta y juega a esconderse detrás de los cojines.




¡Pero Feliciana! ¡Que se te ve el gorro!
¡Qué panfilona es...!






Después de jugar un rato a esconderse y asomarse tras los cojines corre a meterse en su caja de madera.



Y ahí metida, rodeada de ovillos de lana,
 le encanta dormir la siesta y seguir soñando.
¡Hasta mañana, Feliciana!



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1 de septiembre de 2014

¡Bienvenido, septiembre!



¡Hola, de nuevo!
Ha pasado un mes y volvemos a encontrarnos.
Por un agujerito puedo ver que estáis todos, y eso me alegra mucho.
Yo traigo nuevas ideas y proyectos que hacer y que compartir con vosotros.
Pero hoy solo he venido a saludaros, a daros las gracias por seguir ahí, y a desearos un nuevo curso muy provechoso, creativo y feliz.
¿Me acompañáis?

11 de agosto de 2014

¡Hasta pronto!


Después de algunas semanas dedicadas al trabajo y a la familia, quiero asomarme un momentín por aquí para deciros que me tomo un descansito.
Nos encontraremos otra vez en septiembre.

Hasta entonces... ¡disfrutad!

Besos. Besos. Besos.



21 de julio de 2014

Mei Ling.


¡La chinita más sonriente y feliz del mundo mundial!



¡Hola, Mei Ling!




Toda, todita, hecha de lana. 




Con dos bonitos botones cosidos a su vestido...




... y un verde cuello de ganchillo del que cuelgan dos diminutas cerezas.




A Mei Ling le encanta llevar dos largas trenzas y dos horquillas rosas.




Su pasatiempo favorito es tumbarse en la hierba.
Y reír, no parar de reír.
¿Conocéis a alguien más sonriente y feliz que Mei Ling?


8 de julio de 2014

Taller de bisutería Ilustrada.


¿Conocéis Manzana Mahou 330

Se encuentra en el Palacio de Santa Bárbara, en la calle Hortaleza, 87, de Madrid. 

En este espacio tendrán lugar, hasta el mes de octubre, exposiciones, talleres y eventos varios...

Uno de los talleres impartidos es el de Bisutería Ilustrada, organizado por Fábrica de Texturas, al que yo asistí el sábado pasado.


La entrada, espectacular, como podéis ver...



La sala donde se realizó el taller, grande, luminosa... preciosa.






Y, sobre esta maravillosa y gigante mesa, Silvia Calles, de La Antigua, nos enseñó cómo trabajar un plástico mágico que encoge al calentarse y que es muy, muy divertido.



Este plástico tiene el grosor de una cartulina y una cara rugosa y otra brillante.
Dibujamos el motivo que hayamos elegido sobre la parte rugosa, habiéndola lijado previamente con una lija muy fina.
Tendremos en cuenta que, una vez calentado con una pistola de calor, reducirá siete veces su tamaño. También aumentará su grosor.


Insistí varias veces con dibujos parecidos, porque este plástico es un poco impredecible y, a veces, el resultado no es el deseado... Bueno, eso, y mi falta de experiencia con el material, claro.


Este koalita convertido en llavero fue la primera pieza que resultó medianamente decente.


Después dibujé unas nubes: una solitaria y la otra con tres agujeritos, para formar una composición con tres gotas de lluvia azules.






Y aquí veis mi producción del taller de Bisutería Ilustrada.
Todo es en tamaño mini. Algunas de mis compañeras se atrevieron con dibujos grandes, pero yo comprobé que el plástico, al calentar, es mucho más controlable si es de pequeño tamaño, así que no quise arriesgar.

Me encantan estas piezas de plástico a las que puedes dar miles de usos.
Me gustaría hacerme con el material necesario para hacer cientos de ellas... ¡es tan divertido!